Entre el odio y la pasión
Supongo que es lo que mueve el mundo. Los polos opuestos, el yin y el yan, la dinámica de la alternancia. No sé si quienes subimos y bajamos por las emociones como una montaña rusa llegamos a ningún sitio. Pero ahí estamos, pletóricos ante la posibilidad de entregarnos al amor o el desamor. Qué bien se sufre la indiferencia, la estrategia frustada de la seducción y la lista de agravios con que se tratan de curar las heridas del corazón.
Ella es una princesa, altiva y solitaria. Hermosa y segura. Decepcionada y poco sociable.
De pronto, me regaló su sonrisa y el brillo de unos ojos que disfrutan de las sorpresas.
No hay estímulo mayor para mí.
Ella es una princesa, altiva y solitaria. Hermosa y segura. Decepcionada y poco sociable.
De pronto, me regaló su sonrisa y el brillo de unos ojos que disfrutan de las sorpresas.
No hay estímulo mayor para mí.
Aunque su nombre es Luz, yo la llamo Bombillita.
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