El baúl de los sueños rotos

Allí donde el alma se refugia diluyendo sus recuerdos en el éter del tiempo, transformando en bits los dolores y pasiones, tratando de encontrar la empatía que el universo siempre le niega.

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Aún somos jóvenes, pero algo nos cansa de la vida. Quizás las decepciones, o ver que ya es tarde para cumplir sueños. De todas formas, hay como una obsesión, que nada nos cambie. Que siga siendo el que soy.

martes, marzo 15, 2011

Sueño de fresas

Hoy soñé contigo y al despertar un aroma de fresas invadía mi habitación. Tus abrazos, anhelo perpetuo, producen el bienestar de mi alma y encienden mi mecha.
Pero hay algo más, algo sutil y difícil de verbalizar, que genera tu presencia. Una mezcla de dulzura y el estímulo de una fruta ácida. Energía total pero de la que te eleva, te carga las pilas, te hace más grande.
Creo que eres una diosa, de tanta luz que emanas.
Ya son demasiados días sin besarte, sin tocarte, sin sentir tu aliento en mi oreja. Me faltan las fuerzas que tú me das.
Y esa locura que provocas en mí. Ya sé lo que estás pensando... que soy fácil de provocar. Pero no olvides, que yo también soy un provocador, por eso el tema está sensible...

lunes, marzo 14, 2011

Música y sueños

Ya lo dice el bolero, apagar los ojos para pensar en tí. Escuchar una canción. Y te apareces.
Da igual si es Chicago - if you leave me now, o Nina Simone - I loves you Porgy. Fue un baile delicioso, tú siempre tan sensual y con la ternura en la mirada.

Esa mirada que acaba con mis fuerzas, hace que me rinda y que solo espere que me asesines con tu ausencia.

Creo que me atrae el miedo de perderte, la angustia de tu portazo, el pánico de aburrirte. Es, quizás, lo que me hace sentir cada segundo como único, cada beso como el último, muero y resucito en cada uno de tus abrazos.

Todo pervive en mi memoria, sin filtro, sin censuras, y laten con fuerza los ecos de cada olor, caricia y palabra, supervivientes de la locura de mi pasión. Por fin, compartida, compañera de viaje. Porque tú haces real este sueño compartido, y tanto te duele porque lo das a luz cada día que me piensas...

miércoles, febrero 23, 2011

No parece mi vida... pero sí soy yo

Es como entrar en el cuerpo de otro y recorrer su pasado, aunque con la duda de visitar su mundo onírico. Yo también he deseado esos momentos, esos rincones donde poseer el poder infinito sobre el propio deseo.

Y de repente, despiertas y es ella. Está ahí, en tus manos. Es su sabor, su voz, sus grandes ojos de abismo, el ligero temblor de sus labios, y algo más que un sueño está ocurriendo.

Y me está pasando a mí.

Creando momentos de recuerdo para el resto de la vida, haciéndolo juntos tu y yo. Sin temor, sin criterios, sin causas, sin futuros. Solos. Libres. Completos. En ese momento, todo el universo, toda la sabiduría, todo el poder, todo, se concentra en tu ombligo. Debajo de tu piercing.

Y sin embargo, lo supe. Siempre. Antes de conocerte. Soñándote sin rostro entre espejos de deseo, buceando en mares de pasión vacíos de certeza. Siempre hubo algo que latía como el fuego de la esperanza. Algún día, en algún lugar, te encontraría.

Solo para trufarte.

domingo, febrero 13, 2011

Sigue siendo ella

En este muro deposito esos fragmentos de vida que no quiero dejar desvanecerse en el tiempo. Ya no da luz, pero sigue siendo ella, con otro nombre, con otro rostro, como dice Alejandro Sanz en su canción (si hay canciones que forman la banda sonora de mi vida, creo que ésta es de las primeras de la lista).

Irrumpió en mi vida de repente, sin avisar, sin esperarlo, sin querer. Pero las fibras de mi alma se tensaron enseguida porque empecé a palpitar con ella, con su lúcida ironía, su melancólica mirada, su entrega apasionada a todo lo que hace, su timidez disfrazada de distanciamiento. Y su claro y decidido acercamiento a mí, torpe, ilusionado y abrumado ante la invasión.

Como todos los imposibles, fue un amor sin censuras ni objetivos. Simplemente, amarse. Disfrutar de la compañía mutua, de las caricias y suspiros que surgen desde las cavernas de nuestro ser.

Cuesta reconocerse cuando admites que ya no hay nada más. Que todo lo que pasó en mi mente no ocurrió de verdad. Que no ocurrirá.

Es heavy.

martes, diciembre 13, 2005

A veces soy como tú

A veces, como tú,
yo también siento punzadas en el corazón
que me recuerdan que estoy vivo,
aunque beba el dolor de no tenerte.

A veces me arrepiento,
de morderme la lengua hasta sangrar
para no gritarle al mundo que te amo,
para no ponerte a temblar
ante la fuerza de mi voz,
mi pasión, mi emoción...

A veces sueño,
que eres mía y yo soy tuyo,
que ya no hay tiempo para mentiras
ni promesas a media voz,
que ya no suena el despertador.

A veces quisiera
encerrar toda mi música en una sola nota,
para llenarte de ella con un beso
y llevarte viajando en mi ternura
hasta la estación de metro que tú elijas.

A veces, unas poquitas veces,
tú me miras y me siento vivo:

Es entonces cuando llega
el Día del Juicio Final
se extingue el cosmos
y sólo tú sobrevives

como el único habitante de mi universo.

martes, agosto 09, 2005

Zombies

Se trata de preguntarse dónde va uno, corriendo, sin resuello, invadidos los sentidos por la adrenalina, retumbando los latidos en el cerebro, hundiendo en las entrañas cada respiración, concentrado todo el poder en seguir avanzando tras algo. Esa fuerza irresistible que uno persigue. Hasta que pasa por tu cabeza, es como un rayo fugaz que podrías ignorar. Pero no, esta vez le prestas atención. Y te preguntas tras de qué corres, a quién persigues, qué buscas. Sin embargo, no te detienes, hay algo que te impulsa a continuar la carrera.

Y te das cuenta de que no buscas, sino que huyes.

Eres un zombie, te has quedado ya sin alma, te cuesta sentir, pensar, a duras penas queda algo de mente en tu cuerpo. Y es verdad, te persiguen, y quieres evitar que te roben lo poco que queda de tu ser. Necesitas quedarte algo de tí, algo que no pudieron arrancarte de cuajo como han hecho con toda tu vida, tus ilusiones, tus esperanzas y anhelos.

Te creías perseguidor y te has convertido en el perseguido. El cazador te acecha, se va acercando. Te invade la desesperación, debes continuar pero te domina la sensación de que vas a perder la partida. Cada vez más cerca, la silueta de tu verdugo va dibujando un perfil familiar. No puedes creerlo, pero mientras más claro le ves más miedo sientes. En ese atroz pavor te has detenido y eres atrapado. Y en ese momento final tienes la certeza, reconoces la cara de tu enemigo.

Nunca habías visto tan claros los marcados rasgos de tu propio rostro.

martes, agosto 02, 2005

Entre el odio y la pasión

Supongo que es lo que mueve el mundo. Los polos opuestos, el yin y el yan, la dinámica de la alternancia. No sé si quienes subimos y bajamos por las emociones como una montaña rusa llegamos a ningún sitio. Pero ahí estamos, pletóricos ante la posibilidad de entregarnos al amor o el desamor. Qué bien se sufre la indiferencia, la estrategia frustada de la seducción y la lista de agravios con que se tratan de curar las heridas del corazón.

Ella es una princesa, altiva y solitaria. Hermosa y segura. Decepcionada y poco sociable.

De pronto, me regaló su sonrisa y el brillo de unos ojos que disfrutan de las sorpresas.
No hay estímulo mayor para mí.

Aunque su nombre es Luz, yo la llamo Bombillita.

Otra noche en el infierno

Vuelve, me invade inesperadamente, sin poderlo controlar. Es ese sinsabor, amargo, doloroso, que penetra en el fondo del alma vaciándola de toda su fuerza. A veces uno piensa que ya se ha ido, que controlas, que ya pasó lo peor y poco a poco sientes que te rehaces. Pero no, permanece, enquistado, en letargo asesino, elegiendo ser inmortal o matarme.

Es tu ausencia, mi amada bombillita. Es haberte perdido sin nunca tenerte. Es tu desamor, tu indiferencia, y esa horrible frivolidad que manchó de sangre las paredes de mi ilusión.