El baúl de los sueños rotos

Allí donde el alma se refugia diluyendo sus recuerdos en el éter del tiempo, transformando en bits los dolores y pasiones, tratando de encontrar la empatía que el universo siempre le niega.

Nombre:

Aún somos jóvenes, pero algo nos cansa de la vida. Quizás las decepciones, o ver que ya es tarde para cumplir sueños. De todas formas, hay como una obsesión, que nada nos cambie. Que siga siendo el que soy.

martes, agosto 09, 2005

Zombies

Se trata de preguntarse dónde va uno, corriendo, sin resuello, invadidos los sentidos por la adrenalina, retumbando los latidos en el cerebro, hundiendo en las entrañas cada respiración, concentrado todo el poder en seguir avanzando tras algo. Esa fuerza irresistible que uno persigue. Hasta que pasa por tu cabeza, es como un rayo fugaz que podrías ignorar. Pero no, esta vez le prestas atención. Y te preguntas tras de qué corres, a quién persigues, qué buscas. Sin embargo, no te detienes, hay algo que te impulsa a continuar la carrera.

Y te das cuenta de que no buscas, sino que huyes.

Eres un zombie, te has quedado ya sin alma, te cuesta sentir, pensar, a duras penas queda algo de mente en tu cuerpo. Y es verdad, te persiguen, y quieres evitar que te roben lo poco que queda de tu ser. Necesitas quedarte algo de tí, algo que no pudieron arrancarte de cuajo como han hecho con toda tu vida, tus ilusiones, tus esperanzas y anhelos.

Te creías perseguidor y te has convertido en el perseguido. El cazador te acecha, se va acercando. Te invade la desesperación, debes continuar pero te domina la sensación de que vas a perder la partida. Cada vez más cerca, la silueta de tu verdugo va dibujando un perfil familiar. No puedes creerlo, pero mientras más claro le ves más miedo sientes. En ese atroz pavor te has detenido y eres atrapado. Y en ese momento final tienes la certeza, reconoces la cara de tu enemigo.

Nunca habías visto tan claros los marcados rasgos de tu propio rostro.